
Ejemplar de vaca de la raza sayaguesa.
Ejemplar de vaca de la raza sayaguesa.
Antonio Domínguez.
Un total de 22 ejemplares de vaca de la raza sayaguesa se encuentran ya en Croacia, en concreto en dos granjas de la zona de Gospic, en la Sierra de Velebit, dentro del proyecto Tauro que se propone preservar la biodiversidad a través de la recuperación de Uro, una especie clave en el ecosistema europeo, según ha dado a conocer el presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Selecto de Raza Sayaguesa, Antonio Domínguez.
Ni el largo viaje (alrededor de 2.500 kilómetros) ni el drástico cambio de temperatura ni el nuevo sistema de alimentación han podido con estos ejemplares de raza sayaguesa. Hay que tener en cuenta que los animales de raza sayaguesa se caracterizan por su buena adaptación en el medio natural y un comportamiento duro y resistente para soportar una permanente exposición al aire libre sin necesidad de refugios. Características que han sido claves para la óptima adaptación.
Antonio Domínguez, a través de la Federación Española de Asociaciones de Ganado Selecto, Feagas, ha señalado que los animales «se han adaptado muy bien, lo que ya presumíamos desde un principio puesto que ésta es una raza dura, que se adapta muy bien a los cambios de clima y, sobre todo, al clima duro».
Esta raza bovina toma su nombre de la comarca zamorana de Sayago, de hecho se la conoce también como raza zamorana y está en peligro de extinción. Las cabezas de ganado que han viajado a Croacia procedían de León y en Asturias, y han tenido que convivir hasta con un metro de nieve en la montaña de León.
Ejemplar de vaca de la raza sayaguesa.
La finalidad del proyecto es dejar a los animales en semi libertad aunque en principio se encuentran en un área más restringida, de acuerdo con el programa establecido por Rewilding Europe, que apadrina el programa Tauro. El objetivo es que los animales se vayan aclimatando progresivamente, sobre todo teniendo en cuenta los duros inviernos en esa zona de Croacia. Por ello las vacas sayaguesas permanecerán varios meses sobre una amplia zona vallada y a finales de verano serán pasarán a un espacio de 140 hectáreas de pastos junto a una manada de caballos.
Domínguez explica que los animales que han sido seleccionados para participar en este proyecto tenían que reunir unas características muy concretas dentro de la razo como los cuernos en alto, por ejemplo. A través de Taurus «se pretenden desarrollar combinaciones genéticas entre los bóvidos más próximos al uro que aún se conservan en diferentes regiones de Europa. Gracias a esta iniciativa se ha dado más valor a la raza, aunque hayan tenido que venir unos expertos de Europa a decírnoslo, pero nosotros lo que queremos es que progrese en su tierra de origen», ha añadido.
No es la primera vez que esta raza pisa tierras europeas. Ejemplares de sayaguesa ya forman parte de cabañas en Holanda y Alemania. En concreto, la asociación española de esta raza autóctona ya llevó 49 ejemplares a Holanda para un ganadero cría en pureza y a finales de marzo o principios de abril se van a llevar otros 22 más, entre ellos 9 machos para ir renovando la sangre.
La Asociación de Criadores de Raza Sayaguesa cuenta en la actualidad con unos 1.200 ejemplares que pertenecen a una quincena de ganaderos. La mayoría de los animales, unos 700, se encuentran en la comarca sayaguesa el resto se reparte en explotaciones que se encuentran en Valladolid, Ciudad Real, Alicante, León y Ávila. Además de los ejemplares que se crían en Holanda, Alemania o Croacia.
La Asociación de Criadores de Raza Sayaguesa ha solicitado al Ministerio de Agricultura poder utilizar el Logotipo de Raza autóctona 100% con el objetivo de poder “promocionarla y comercializar mejor la carne sayaguesa”.
Están a la espera de que “en unos diez días la vamos a tener y eso nos va a favorecer mucho”, ha asegurado Antonio Domínguez.
En cuanto a la asociación, Antonio Domínguez afirma que está «stancada, por el retraso de las ayudas. Llevábamos dos años en los que la Junta nos había retirado las ayudas para razas autóctonas y parece que ahora se vuelven a recuperar; eso sin duda es un estímulo porque lamentablemente si un apoyo de las administraciones es difícil mantener estas ganaderías, la viabilidad es complicada. Y sin ayudas de las distintas administraciones es difícil continuar. La pena es que tenemos un muy buen producto, pero que es muy difícil de colocar. El problema nos surge a la hora de vender».