Las intensas lluvias que han marcado el invierno y las previsiones de precipitaciones para la primavera generan incertidumbre en el sector vitivinícola del Condado de Huelva. El Consejo Regulador de la Denominaciones Protegidas Condado de Huelva, Vinagre del Condado de Huelva e Indicación Geográfica Protegida Vino Naranja del Condado de Huelva ha expresado su preocupación por las posibles consecuencias de este exceso de humedad en los viñedos que puede afectar al ciclo vegetativo de la vid, especialmente en su actual fase de brotación.

La brotación es una etapa crucial en el desarrollo de la vid, donde los nuevos brotes emergen y se preparan para la formación de hojas y racimos. Sin embargo, condiciones de elevada humedad y temperaturas moderadas, como las actuales, pueden favorecer la aparición de enfermedades fúngicas que comprometen la salud de las plantas y la calidad de la cosecha.

Entre las principales amenazas destaca la excoriosis, causada por el hongo phomopsis viticola. Esta enfermedad se manifiesta con manchas oscuras en la base de los brotes y puede provocar grietas en la corteza, debilitando la planta y afectando su crecimiento. La alta frecuencia de lluvias es un factor determinante para su desarrollo.

Las precipitaciones, que han caído de forma continua durante los últimos días, están dificultando tanto los tratamientos de los cultivos como la aplicación de abono, obligando a muchos agricultores a retrasar sus tareas ya que no han podido acceder a sus fincas durante las últimas semanas.

El presidente del Consejo Regulador, Vicente Pérez García de Prado, ha señalado que «la colaboración entre viticultores y técnicos es esencial para afrontar estos desafíos climáticos y garantizar la calidad de nuestros vinos. Estamos comprometidos en implementar las mejores prácticas agrícolas para proteger nuestros viñedos y asegurar una cosecha exitosa».

El Consejo Regulador de la DOP Condado de Huelva recomienda a los viticultores extremar las medidas de vigilancia y prevención en sus viñedos. Es fundamental realizar monitoreos constantes para detectar síntomas tempranos de estas enfermedades y aplicar tratamientos fitosanitarios adecuados en las fases más sensibles del ciclo vegetativo.

Además, se aconseja llevar a cabo labores tradicionales que favorezcan la aireación de las plantas, como la poda en verde y el deshojado, para reducir la humedad en el follaje y disminuir el riesgo de infecciones fúngicas.

El sector vitivinícola del Condado de Huelva es uno de los pilares económicos y culturales de la provincia, con una tradición centenaria y un fuerte arraigo en los municipios que integran la denominación de origen. «Desde el Consejo Regulador seguimos trabajando para que la calidad y singularidad de nuestros vinos y vinagres se mantengan a pesar de los desafíos climáticos. Es imprescindible contar con el apoyo de las administraciones y de los propios viticultores para proteger nuestro patrimonio vitivinícola», concluye Pérez García de Prado.