Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía alerta de la preocupante situación que atraviesan las cooperativas vitivinícolas debido a la expansión del mildiu en el viñedo andaluz, un hongo que ha hecho estragos en la cosecha de la uva, causando pérdidas de hasta el 80% de la producción estimada en algunas zonas productoras como el Condado de Huelva, la más perjudicada.

En la zona de Montilla (Córdoba), las 3.900 hectáreas de viñedo han sufrido ataque de mildiu en menor o mayor medida, por lo que se estiman pérdidas de hasta el 40% de la cosecha, con la variedad de uva Pedro Ximénez como la más afectada y de la que, prácticamente, no se espera producción.

En el Marco de Jerez (Cádiz), pese a que aún están realizando conteos, se estima que hasta el 90% de las explotaciones están afectadas, con alrededor del 40% de los racimos de uva dañados.

El mildiu es un hongo que está latente en la tierra, pero que despierta con las condiciones climáticas favorables, como ha sido el caso de la pasada primavera, de las más lluviosas en muchos años. Las precipitaciones de marzo y abril, seguidas de días consecutivos con altas temperaturas, han provocado su expansión en la viña. Actúa secando la hoja, afectando al fruto y mermando tanto la cantidad como la calidad de la uva.

Las cooperativas denuncian que la situación es crítica y que el varapalo va a ser tremendo para un sector, el del vino, resentido tras las últimas campañas, en las que la falta del relevo generacional en el viñedo, y la falta de rentabilidad en el sector, están mermando la superficie y provocando el abandono de explotaciones.

Ahora, esta enfermedad fúngica no sólo pone en riesgo la vendimia, que arrancará en los próximos meses, sino también la campaña de 2026. Y es que son muchos los agricultores que, pese a que ya dan por perdida la gran producción de uva, se afanan estos días en hacer tratamientos ‘in extremis’ para salvar los racimos sanos e impedir que el tronco de la viña se gangrene, evitando perder la plantación entera.

Costes disparados

Por esta razón, los costes en fitosanitarios se están disparando sobremanera, pues si en una campaña normal se afrontan entre 3-4 tratamientos para frenar al mildiu, en la actual se están realizando 8. Pese al esfuerzo, muchos de estos tratamientos no han resultado efectivos contra el hongo. Por ello, muchos viñistas se van a ver obligados a asumir los cuantiosos gastos que supone una nueva campaña ‘a pulmón’, sin haber tenido cosecha ni rentabilidad en la anterior.

Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía lamenta que esta situación sea otra zancadilla más para la recuperación del viñedo, un cultivo tradicional que supone el motor económico y social de las comarcas vitivinícolas andaluzas por excelencia, como son el Condado de Huelva, Montilla-Moriles y el Marco de Jerez.

Por ello, ante los tiempos difíciles que asume el sector del vino, la federación hace un llamamiento a continuar trabajando por la concentración de la oferta en el modelo cooperativo, para ganar músculo y hacer frente a los retos de las cooperativas vitivinícolas. Entre ellos, seguir investigando con variedades de uva mejor adaptadas a las condiciones climáticas, abrir nuevas vías de comercialización de los vinos cooperativos para sortear los conflictos geopolíticos, crecer en el embotellado y envasado e innovar en formatos y tipologías de vinos para adaptarse a los gustos de los nuevos consumidores.

Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía agrupa a 35 cooperativas de vino, que representan el 50% de la producción vitivinícola en la región, cuyo volumen de negocio alcanza unos 45 millones de euros anuales.