

Alcanzar una igualdad real entre hombres y mujeres es el principal reto al que se enfrenta el medio rural en España. La organización profesional agraria UPA ha recordado que las mujeres que se dedican a la agricultura en España siguen haciéndolo en un marco de desigualdad que afecta a instituciones como las cooperativas, las comunidades de regantes, las administraciones y a las propias explotaciones, donde sólo el 1 por mil está bajo el régimen de titularidad compartida. “Nos sobran los motivos para sumarnos a la huelga feminista, y por eso llamamos a todos los agricultores y ganaderos, hombres y mujeres, a secundar los paros”, han señalado UPA.
Dentro de los problemas que limitan el progreso del mundo rural está una desigualdad intrincada y estructural que afecta a muy distintos ámbitos. De ello está convencida la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, que ha animado a todos sus afiliados y afiliadas a secundar los paros de dos horas por jornada de trabajo que han sido convocados para exigir el fin de la desigualdad y de la discriminación de las mujeres.
“La lucha en pos de la igualdad es algo que nos concierne a todos, hombres y mujeres”, han explicado desde UPA. Por ello, consideran que secundar los paros es “una obligación” para todas aquellas personas que crean en la igualdad como un objetivo a conseguir, siendo conscientes de que en el medio rural español “queda aún muy lejos”.
UPA ha declarado que secunda los 8 motivos desgranados por su organización hermana, Fademur, que recogen los grandes problemas de las mujeres en el medio rural, “que son los de toda la sociedad”, aseguran. Por eso han decidido sumarse a la convocatoria oficial de huelga de dos horas por turno registrada por los sindicatos UGT y CC.OO.
Los principales frenos a la igualdad y el fin de la explotación a las mujeres son la invisibilidad del trabajo de las mujeres, tanto en las explotaciones agroganaderas como en los hogares rurales, la brecha digital y en el acceso a servicios, la enorme carga que soportan las mujeres en el cuidado a las personas dependientes y la violencia de género, entre otros.