
Cosechando un campo de algodón.
Cosechando un campo de algodón.
La Comisión Europea ha presentado hoy su Visión de la Agricultura y la Alimentación, cuyo objetivo es establecer una hoja de ruta para la agricultura de la UE en los próximos años. El documento subraya la necesidad de impulsar la acción climática en la agricultura y pide ajustes en los pagos directos de la Política Agrícola Común (PAC) para hacer más justas las ayudas a la renta y recompensar a los agricultores que trabajan con la naturaleza. Sin embargo, la Visión sigue siendo ambigua y no ofrece una dirección clara para la transformación del sistema alimentario de la UE.
Giulia Riedo, responsable de política alimentaria sostenible en WWF UE, comenta al respecto: “La Visión da pasos muy tímidos hacia la creación de cadenas de suministro de alimentos de la UE más justas y sostenibles. Incluye algunos elementos positivos, como el compromiso de reforzar el cumplimiento de la legislación ecológica y los incentivos financieros para los agricultores que vayan más allá de los requisitos medioambientales vigentes. Sin embargo, al intentar contentar a todo el mundo, la Comisión Europea no ha abordado cuestiones críticas, como el necesario aumento de los pagos medioambientales, tal como se acordó en el Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Agricultura de la UE”.
Y añade que “como resultado, nos quedamos con una hoja de ruta poco precisa para transformar la agricultura de la UE. Necesitamos un camino claro para la transición a un sistema alimentario comunitario que trabaje con la naturaleza, garantizando la estabilidad a largo plazo de nuestros agricultores y ayudando a que los alimentos sostenibles y saludables sean más asequibles”.
Algunos de sus aspectos más destacados son:
La Comisión señala que la PAC pasará de la condicionalidad a los incentivos. “Si en la Política Agrícola Común hay menos condiciones y más incentivos para cumplir las normas medioambientales, estos incentivos deben estar muy bien diseñados. El presupuesto asignado a los pagos medioambientales debe ser lo suficientemente atractivo para que los agricultores adopten prácticas más sostenibles. Los incentivos deben apoyar medidas que mejoren la biodiversidad, en lugar de limitarse a pagar a los agricultores para que cumplan la legislación vigente”, subraya Riedo. El mantra de la competitividad no debe arrasar con instrumentos clave como la condicionalidad de la PAC.
Esta Visión dará forma a las futuras medidas políticas en materia de agricultura y alimentación de la UE, incluida la reforma de la PAC, cuyos debates comenzarán en julio de este año. Estos debates tendrán que considerar la asignación de fondos agrícolas dentro del Marco Financiero Plurianual. “Si la Comisión Europea pretende realmente crear un presupuesto más eficaz y orientado a las políticas en tiempos de recursos limitados, y quiere mantener el control sobre el dinero común, el desembolso a los Estados miembros debería estar más estrechamente vinculado a los mecanismos de rendimiento y rendición de cuentas”, concluye.
WWF España solicita expresamente que el Gobierno de España defienda la vigencia de los objetivos de las estrategias “De la Granja a la Mesa” y “Sobre Biodiversidad 2030” derivadas del Pacto Verde Europeo. Asimismo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación debería volcar los objetivos de la Visión en el despliegue de la Estrategia Nacional de Alimentación para hacer frente al mayor reto que se enfrenta el sector que es el impacto del cambio climático.